¿Cuánto tiempo pasamos al día inmersos en el trabajo? Si lo pensamos, ya en el colegio y en la universidad - antes de entrar a trabajar- nos estamos preparando para lo que será una de las actividades principales de nuestras vidas. Sumémosle además las actividades diarias asociadas al trabajo que también nos toman tiempo: vestirnos en la mañana, transportarnos, estudiar, el celular, actividades sociales con los colegas, por nombrar algunas.
El trabajo impregna gran parte de las situaciones de nuestras vidas. El sueldo que tenemos está directamente relacionado con el nivel de vida que podemos llevar; el lugar donde esté ubicado puede llegar a implicar incluso el dónde voy a vivir; el tipo de trabajo influye en nuestra salud (si trabajo en una oficina, en una construcción o en turnos de noche, por poner algunos ejemplos); influencia los grupos sociales con los que me relaciono: colegas, grupos de intereses comunes, sindicatos; el estilo de trabajo también influye en nuestro tiempo libre y nuestra familia: cuántas horas trabajo, si trabajo desde casa, si tengo que viajar… y la lista sigue.
Entonces, respondamos la pregunta ¿se puede florecer en el trabajo? ¡absolutamente! El trabajo es el lugar donde pasamos más tiempo de nuestras vidas, es un espacio lleno de oportunidades para utilizar nuestras fortalezas y de adquirir nuevas destrezas… Aún cuando estemos en un trabajo que no nos agrade, hay formas de transformarlo y transformarnos a nosotros mismos en el camino!
¿Cómo lo podemos hacer? al desarrollar bienestar nos acercamos al florecimiento. Así, en nuestro trabajo, siguiendo el modelo PERMA de Seligman, podemos utilizar diversas estrategias:
P: Emociones Positivas: las emociones positivas nos permiten generar nuevos recursos emocionales, físicos, intelectuales y sociales (Teoría Broaden & Build de B.Fredrickson). ¿Cómo generar emociones positivas en el trabajo? busquemos aquello positivo y agradezcamos, ayudemos a algún colega, saludemos y sonriamos seguido, busquemos las actividades que nos gustan de nuestro rol y dediquémosles más tiempo y energía. Todo aquello que te ayude a sentirte bien dentro de tu entorno laboral te ayudará a generar más emociones positivas. Lo mejor de todo, es que las emociones se contagian, por lo tanto, si te sientes bien lo transmites y eso genera un mejor clima. Así es que aplicar – por ejemplo – un poco de humor en una situación difícil puede ampliar los recursos para encontrar soluciones.
E: Engagement: es mucho más que el compromiso (palabra con la que se suele traducir), es una conexión profunda con la actividad. Está demostrado que un alto nivel de engagement incide en los resultados de las personas. Buscar actividades que sean retadoras y que me permitan desarrollarme, que me permitan entrar en Flow. ¿Te ha sucedido que te involucras en una actividad que te gusta tanto, que pierdes la noción del tiempo? Eso es Flow!
¿Qué más puedo hacer? Ser proactivo, buscar el aprendizaje y aprovechar las áreas donde puedo tomar decisiones en forma autónoma.
Conocer las propias fortalezas y ponerlas al servicio de lo que hago… hace maravillas!
R: Relaciones Positivas: las relaciones positivas son fundamentales para el desarrollo de las personas. Los estudios indican que una persona con sólo tener una persona cercana en el trabajo, tiene mayores niveles de bienestar. Relacionarme con otros me da más recursos, permite colaborar para lograr metas en común. ¿Cómo mejoramos las relaciones? mejorar la comunicación, conocerse e interesarse por los demás a nivel personal, participar en actividades dentro y fuera de horario, saborear los buenos momentos vividos juntos. Barbara Fredrickson recomienda los “micromomentos de amor” para elevar emociones positivas pero que también sirven para las relaciones: escuche al otro, sea abierto, ofreciendo atención, creando seguridad con la mirada, conversación o cariño. Compartir pensamientos y emociones. Ser generoso con los demás también ayuda a mejorar las relaciones y a elevar las emociones positivas.
M: Significado: tener un propósito más grande que el trabajo mismo, sentir que colaboro en algo importante. Si mi trabajo realmente no tiene sentido para mí, lo puedo resignificar uniéndolo a las cosas que realmente me motivan, aún cuando no tengan que ver con la tarea en sí. Por ejemplo la familia, el medio ambiente o el bien común. Piensa: ¿Qué es importante para mí? ¿Qué da sentido a mi vida? ¿Hay alguna forma en la que mi trabajo contribuya a ese sentido? Así, participar en actividades de RSE puede ser una muy buena forma de desarrollar relaciones positivas con significado.
A: Logro: para desarrollar las fortalezas se requiere de práctica, proponerse objetivos, celebrar los logros, por pequeños que sean. Recordar esos logros cada cierto tiempo. Compartirlos con los colegas, la familia. Proponernos metas que sean de acercamiento, que se acerquen a aquello que da sentido a nuestras vidas. Cada vez que recibo una felicitación por mi trabajo, o un agradecimiento de un colega o incluso un bono por resultados, es un logro. Procura que no pasen desapercibidos! No los demos por hecho, porque cada logro lleva esfuerzo y dedicación detrás.
Incluso si trabajas en tu vocación, necesitas desarrollar PERMA para que tu entusiasmo y energía se mantengan altos. Para aquellos que no están en su trabajo ideal, aumentar PERMA es fundamental… puede que incluso se lleven una sorpresa y se den cuenta - durante esta transformación - que no estaban tan lejos de su trabajo soñado!
Referencias y lecturas recomendadas:
How Work Shapes Well-Being - Barker & Wrzesniewski
Job Crafting & Meaningful Work - Berg, Dutton & Wrzesniewski
Aprenda Optimismo - Seligman
Amor 2.0 - Barbara Fredrickson
